Nuestro huerto está en marcha – Guara.Bio

Con la llegada de la primavera no hay tiempo que perder.
Te contamos todo lo que hemos hecho para dejar a punto nuestro jardín. El sol, la lluvia y las cálidas noches de junio hacen el resto.

Los manzanos originales que plantamos el año pasado fueron podados en marzo y ya están brotando. Fue necesario regarlas porque las lluvias, que eran tan necesarias, no llegaron en mayo.

Gracias a las últimas lluvias hemos podido seguir adelante con lo que sembramos y todos los árboles frutales.

Las mascarillas de algodón contienen los restos orgánicos de la plantación de judías verdes del año pasado, que utilizamos como abono, junto con hierbas y otros residuos de la limpieza del jardín.
Limpiamos todo a mano para evitar el trabajo con máquinas, porque de esta forma se respetan las capas del suelo y todos sus habitantes beneficiosos, como las incansables lombrices. Todo va al compost: es completamente orgánico y no hay residuos plásticos.

Este año hemos plantado ajetes tiernos y ajo morado, de la cosecha del año pasado. También hemos plantado una semilla garbanzos de luesia para ver cómo van las cosas en Lúsera. Como guía, son especies que estamos probando este año como prueba para comprobar su capacidad de adaptación al clima y al suelo y su comportamiento. En las imágenes ves las cuatro especies en el orden en que las hemos mencionado.

También hemos plantado ya cogollos y lechugas, que empezaremos a cosechar en verano.

Hemos incluido varios tipos de cebollas: Morada de Amposta, cebollas de Fuentes y cebollas valencianas para conservación. ¡Hemos plantado bastantes, unos 1000 bulbos de cada tipo! Y también plantaremos muchos puerros, remolachas, zanahorias, pimientos y tomates pera.

Este es un paraíso para las personas que quieren vivir al ritmo que marca la naturaleza, respetando su ciclo natural y la salud de las plantas y los animales.

Cada día nos visitan multitud de insectos y pájaros, con los que compartimos espacio. De hecho, en este nido que nos regaló Pedro, un sencillo tronco con un agujero, ha anidado un herrerillo alto, un ave insectívora que nos ayudará a combatir las plagas del jardín. Si miras dentro de la caja, verás sus huevos. ¡9 nada menos! Pronto daremos la bienvenida a nuestros nuevos vecinos emplumados.

Ponemos la planta en los parterres, le damos unos días para que se fije y la regamos. Cuando ha cuajado y hemos dejado secar un poco la tierra, “maigamos” la tierra, es decir, la excavamos sin profundizar demasiado para quitar las malas hierbas y oxigenar la tierra. Luego echamos abono verde e incorporamos un abono orgánico que contiene mucha materia orgánica, y el año pasado nos dio muy buen resultado, y luego lo cubrimos todo con una capa de paja.

Con este sistema evitamos la evapotranspiración y la pérdida de humedad del suelo y se lo facilitamos a las lombrices, que allí abajo, rodeadas de la materia orgánica que les hemos suministrado, empezarán a crear humus.

Desde ahora y hasta finalizar la cosecha, el proceso de cuidado de las plantas se reducirá a estas tareas:

  • 1- maigar: limpia la superficie del suelo eliminando las hierbas no deseadas
  • 2- incorporar materia orgánica, abono verde o humus como alimento de la microfauna del suelo
  • 3 – Insertar relleno de paja o pasto
  • 4 – Agua

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