Así podrás combatir los excesos navideños

La Navidad suele ser sinónimo de reuniones con familiares y amigos, largas veladas y gratas sorpresas, pero también de algunos excesos que pueden pasar factura. Las comidas abundantes y ricas en grasas son frecuentes en casi todas las familias, además tendemos a reducir los hábitos deportivos y robar algunas horas de sueño en estas fechas. Por ello, es importante retomar cuanto antes nuestros hábitos saludables para evitar que nuestra salud cardiovascular se resienta.

Estas son las recomendaciones más importantes de los expertos:

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La primera regla general es seguir haciendo ejercicio, o empezar a hacerlo de forma rutinaria si hemos sido sedentarios hasta ahora. como la Dra. Zigor Madaria recuerda en este artículo que el entrenamiento físico mejora el control de todos los factores de riesgo cardiovascular: hipertensión arterial, diabetes, obesidad, dislipemia aterogénica y otros componentes de la enfermedad metabólica, además de ayudar a “equilibrar la dieta y controlar los impulsos de fumar”. También reduce la demanda de oxígeno del miocardio, la trombogenicidad, la disfunción endotelial, la inflamación y el estrés oxidativo, todos ellos relacionados de una u otra forma con el desarrollo de la enfermedad coronaria (la obstrucción de las arterias que irrigan el corazón). , disminuye la aterosclerosis y otros cambios adicionales que mejoran la circulación coronaria.

Para beneficiarnos de todos estos efectos, debemos realizar al menos entre 150 y 300 minutos a la semana de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o el equivalente a una actividad vigorosa (entre 75 y 150 minutos a la semana).

Alimentación

Deleitarse con las grasas saturadas e incluso trans es un clásico navideño, al igual que comer mucho más de lo habitual. Volver a la dieta mediterránea es el consejo de los expertos. Como explica Marisa Calle en este video de nuestra sección #Telodocorazón, “no debemos dejar de comer aunque hayamos pasado el día anterior. Simplemente debemos beber más líquidos y reducir el consumo de azúcar, grasas y, por supuesto, no beber alcohol. No hace falta hacer ningún tipo de dieta depurativa, tan solo nuestras cinco comidas diarias: por ejemplo, el desayuno con cereales integrales; una fruta a media mañana; un plato de verduras y un pescado a la hora de comer; un yogur a la hora de la merienda; y una cena con una buena sopa de verduras y una tortilla francesa o un huevo pasado por agua. Estas comidas pueden ser una estupenda alternativa para terminar de recuperarse de los excesos navideños.

Vigilar los niveles de colesterol

Se estima que durante estas fechas los niveles de colesterol pueden aumentar hasta en un 10%. Los “culpables” son las comidas abundantes y ricas en grasas y el consumo de alcohol, que modifican el nivel. Una realidad que puede seguir su curso porque gran parte de la población española ya sufre hipercolesterolemia. Específico, El 50,5% de la población adulta española tiene niveles de colesterol por encima de 200 mg/dl. Esto fue revelado por Estudio ENRICAquien también señaló que el 46,4% de las personas con colesterol alto lo desconocen.

El inicio de un nuevo año es un momento perfecto para adoptar buenos hábitos y prevenir los daños que provocan los niveles elevados de colesterol en las arterias. Las dos recomendaciones más importantes son realizar actividad física regular y seguir una dieta saludable como la mediterránea, incluyendo verduras y frutas diarias y semanales, legumbres y pescados. También es importante priorizar los cereales integrales en pan o pasta, el aceite de oliva virgen extra y las carnes magras y blancas frente a las rojas, y evitar el alcohol.

Dormir

Restablecer los horarios de sueño si hemos cambiado la hora de despertarnos o acostarnos durante las vacaciones es clave para la salud cardiovascular, ya que en caso contrario es posible que no descansemos lo que el cuerpo necesita. Según uno examen publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, dormir al menos siete horas al día y llevar hábitos de vida saludables puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular hasta en un 65%.

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