La evidencia científica como antídoto a la desinformación sobre la realidad de la agricultura
Para hacer frente a los engaños egoístas que buscan poner en duda la necesidad de la sanidad vegetal, la mejor respuesta es la evidencia científica.
A pesar del invaluable apoyo brindado por productos y tratamientos fitosanitarios cuando contribuyes a plan de proteccionhasta el punto de convertirse en un elemento imprescindible para asegurar su rentabilidad, tanto en términos de productividad como de eficiencia de los recursos, aún existen diversos sectores de nuestra sociedad que resultan críticos en su papel de socio, en muchas ocasiones imprescindible para la supervivencia de la agricultura y la futuro.
En ese sentido, llama la atención que, ante la aceptación general que existe en relación con el papel esencial de la medicina como instrumento para combatir la aparición y propagación de las enfermedades que nos afectan a diario, aún persiste cierta reticencia a . al uso de instrumentos capaces de ayudar a garantizar la sanidad vegetal de los cultivos que tienen como objetivo producir los alimentos que consumimos a diario.
Ante esta situación, que en ocasiones encuentra en Internet y las redes sociales un altavoz para la difusión de ‘informaciones’ poco contrastadas o rotundamente falsas, evidencia científica y mecanismos de control establecido en materia de seguridad alimentaria es la mejor forma de afrontar, desde la verdad irrefutable y objetiva de los innumerables estudios realizados hasta la desinformación y las patrañas.
No cabe duda de que todos y cada uno de nosotros tenemos, como no podía ser de otra forma, nuestro punto de vista sobre cualquier aspecto que consideramos importante en nuestro día a día. En efecto, esta diversidad de opiniones es sin duda un elemento singularmente enriquecedor para seguir evolucionando hacia un futuro mejor para todos.
Pero apoyarse en opiniones sesgadas o directamente falsas para reforzar las propias ideas no merece otra actitud que el rechazo y la indiferencia.
Afortunadamente para todos nosotros, formamos parte de una sociedad mucho más seria y responsable de lo que muchos retratan en sus redes sociales y blogs personales, donde los alimentos que ingerimos se someten a una serie de controles y análisis realizados por expertos. en seguridad alimentaria, basada en mecanismos técnicos y científicos objetivos y neutrales, lejos de cualquier posición parcial o sesgada.