Déficit de naturaleza — siembra

RICARDO LOUV. “VUELTA A LA NATURALEZA. EL VALOR DEL MUNDO NATURAL EN LA RECUPERACIÓN DE LA SALUD”. EBR integral 2012.

Para aquellos de ustedes que no han oído hablar de Richard Louv, el título del artículo puede sorprenderlos un poco. El término “trastorno por déficit de naturaleza” fue introducido por el periodista estadounidense en su trabajo anterior, “Last child in the Woods” (2005), donde argumentaba que buena parte de los niños que tienen como síntomas falta de atención, ansiedad, estrés. o hiperactividad, lo que necesitan es recuperar el contacto con su entorno natural. El trastorno por déficit de naturaleza es una “atrofia de la conciencia”, una “disminución de la capacidad para dar sentido a la vida que nos rodea”. Este diagnóstico también servirá para adultos, dice Louv en esta nueva edición.

El título de la edición en español es ligeramente diferente al que le dio el autor cuando publicó el libro en 2011 (“El principio de naturaleza. La restauración humana y el fin del desorden por déficit de naturaleza”), supuestamente por desconocimiento de esa parte. del público ibérico de su anterior trabajo. En este “Back to Nature” Louv nos habla (como indica el nombre original del libro) sobre el Principio de la Naturaleza, un conjunto de teorías y tendencias que buscan reconectar con el mundo natural para lograr la salud física, mental y espiritual. Este principio se basa en siete preceptos que estructuran la escritura: equilibrio natural (compensación de la tecnología con la naturaleza); vitamina N (conexión mente-cuerpo-naturaleza); la mente híbrida (la inteligencia, la creatividad y la productividad se potencian al combinar tecnología y naturaleza); el capital social humanidad/naturaleza; el lugar del sentido (en busca de la identidad personal y regional); diseño biofílico (inspirado en la naturaleza); y el ser humano de alto rendimiento que crea hábitats saludables. A lo largo del texto encontraremos conceptos (de Louv y otros autores) como creatividad natural, solastalgia, sentido de humildad natural, lugares extáticos, pensamiento híbrido, ecoterapia, eutierria y decenas más.

Louv es un profesional con una dilatada trayectoria que, a pesar de estar absolutamente mediático (y tener cierta tendencia a que las etiquetas y los eslóganes se vendan mejor), aporta unas interesantes soluciones a la crisis mundial en la que estamos inmersos, que por supuesto se basan en en la separación entre el hombre y el planeta que lo acoge. Ciertamente, sus pensamientos han influido, incluso revolucionado, la educación ambiental en los Estados Unidos. A través de su asociación Children & Nature Network, está realizando una gran campaña de concienciación medioambiental en su país.

En el libro, el autor sustenta los argumentos con un interesante trabajo de documentación y prospección: citas de numerosos estudios realizados por universidades e instituciones de todo el mundo; opiniones de expertos de medicina, psicología y otras disciplinas; entrevistas con naturalistas profesionales y aficionados, artistas, profesionales del deporte, etc.

Por ejemplo, ¿sabías que en los bosques hay una bacteria (Mycobacterium vaccae) que, aplicada a ratones de laboratorio (¡pobrecitos!), les ayuda a caminar por un laberinto el doble de rápido, tener menos ansiedad y segregar más serotonina? ¿O que el contacto con la naturaleza mejora la actividad de la zona dorsolateral de la corteza prefrontal, el área del cerebro encargada de la toma de decisiones? ¿O que la jardinería reduce en un 36% el riesgo de padecer demencia en personas mayores de 60 años? ¿O que el ausentismo es menor en las escuelas con jardín? ¿O que el ejercicio físico en la naturaleza es saludable para que nuestras células generen antioxidantes que mantienen a raya a los radicales libres para que nuestra mitocondria no se estrese? “Es hora de que saquemos nuestras mitocondrias a dar un paseo por el bosque”, diría Louv.

Para mí una lectura muy entretenida, llena de contenido y detalles curiosos, que he decidido recuperar (esta vez con lápiz y libreta, para tomar cuatro apuntes). Richard Louv, tal vez, te recomendaría leerlo debajo de un pino.

“Nuestra sensibilidad hacia la naturaleza y nuestra humildad cuando estamos sumergidos son esenciales para nuestra supervivencia física y espiritual”. Ricardo Louv.

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