Cómo cultivar lechuga en 5 pasos
Se acerca el final de 2022, un nuevo año está sobre nosotros. Quizá por eso, hoy volvemos al principio de todo en este blog con este sencillo cultivo: la lechuga. Es una de las hortalizas más fáciles de cultivar, requiere pocos cuidados y parece crecer sola. Sin embargo, no confundamos su sencillez con el descuido, una ensalada sin los cuidados necesarios crecerá muy lentamente, lo que provocará su sabor amargo.
Sigue estos sencillos consejos para una deliciosa ensalada:
1. Preparar la tierra, lo primero en cualquier cultivo.
Como ya comentamos en el apartado anterior, la ensalada requiere un suelo rico en nutrientes. A pesar de su aparente sencillez, este cultivo es uno de los más ricos en minerales, y los necesita para crecer correctamente. Además de las características del suelo, no está de más enriquecerlo con una buena tierra y añadir compost o abono. Una buena opción es usar humus de gusano, disponible en nuestra tienda. También debemos tener un sustrato aireado y suelto que cumpla con un requisito básico: tener buen drenaje.
2. Elige la variedad adecuada.
Este es un aspecto muy importante, elegir la variedad que mejor se adapte a nuestro campo no depende solo de nuestro gusto, sino que debemos tener en cuenta el clima donde nos encontremos y la temporada. Dado que la lechuga se puede sembrar durante todo el año, no todas las variedades se adaptan por igual a cada clima y temperatura. En nuestra tienda encontrarás semillas de: ensalada de orejas y ensalada romana.
3. Verifique la temperatura del lecho de siembra.
Cultivar lechuga es fácil una vez que tenemos la plántula, pero lograr que la semilla germine requiere controlar la temperatura. Normalmente, el semillero debe estar entre 18 y 21º para favorecer la germinación, aunque hay algunas variedades de lechuga que permiten una temperatura más baja, como la lechuga de cuatro estaciones. Si siembra en invierno, le recomendamos utilizar un semillero calentado o alfombra eléctrica
4. Cuida el trasplante
Como vimos al principio, nuestro suelo ya está preparado y listo para un trasplante que no podremos acelerar. Sólo cuando nuestras plantas tienen un tamaño unos 10 centímetros podemos considerar el trasplante. Es igualmente importante estar atento al clima. Si todavía estamos en el comienzo de la primavera, tendremos que cubrir nuestra cosecha. Un descenso de temperatura nocturno puede acabar con nuestras plántulas, en cuyo caso de nada servirá saber como restaurar una planta despues de una helada.
5. Riego profundo y regular
El riego debe ser constante para mantener la tierra siempre húmeda. Por eso, el riego por goteo suele ser ideal para las lechugas, eso o regar dos veces por semana. Es importante no regar las hojas. El control con un adecuado riego artificial evitará problemas. El sabor de la lechuga se vuelve amargo si le falta agua para crecer, y si le sobra, no crecerá y será más propensa a los hongos.
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