La escarola, un buen aliado contra la osteoporosis
Hay dos tipos de personas: las que aman la escarola y las que no la soportan. Es cierto que su sabor es algo amargo, pero tiene su explicación: se debe a la intibina, un compuesto que encontramos en sus hojas, que tiene la propiedad de estimular el hígado y la secreción de bilis, por lo que son extraordinario para el organismo.. Pero además, la escarola es rica en potasio, hierro, calcio, magnesio, ácido fólico y sustancias antioxidantes y su contenido en minerales le confiere propiedades muy beneficiosas contra la osteoporosis y otras enfermedades de los huesos. Increíblemente cierto? Definitivamente vale la pena darle una oportunidad.
Consejos para cultivar escarola
- Siembra en semillero preferentemente a finales de verano u otoño. También se puede sembrar en primavera.
- Trasplantar cuando las plantas tengan de 3 a 5 hojas.
- Para conseguir escarolas escaldadas, debemos atarlos o taparlos con un plato 15 días antes de la cosecha.
- Cosecha en 7-10 semanas, dependiendo de la variedad y el clima.
necesidades de la planta
- Ubicación preferida: zonas soleadas.
- Tipo de suelo: se adapta a diferentes tipos de suelo.
- Necesidades de abonado: necesidades medias, con un primer abonado y especial atención para aportar un buen nivel de potasio.
- Tamaño mínimo del envase: 4 litros.
- Distancia recomendada entre plantas: 30 cm.
Consejo extra: la escarola es una hortaliza muy resistente a las bajas temperaturas. Además, la escarola recolectada en invierno, tras el intenso frío, tiene mejor sabor gracias a las sustancias solubles que produce la planta para mejorar la resistencia a las heladas. Así que ya sabes, en otoño e invierno: ¡cosechar escarola!