Grasas y aceites para untar, ¿aliados o enemigos de tu corazón?
Los consumimos a diario: en el desayuno, en ensaladas, para cocinar… Son las llamadas grasas para untar y aceites comestibles, que se definen como todos los productos que se utilizan en nuestra dieta y están compuestos casi en su totalidad por lípidos.
Pueden ser sólidos o líquidos, y Por su origen, también se pueden clasificar en grasas animales, como la manteca o la mantequilla, y grasas vegetales, que se obtienen por diferentes procedimientos a partir de frutas y semillas oleaginosas.. Entre los primeros están los del fruto del olivo, es decir, el aceite de oliva. ¿Son estas grasas aliadas de la salud cardiovascular o debemos limitar su consumo?
Como se explica en el programa. Salud Dr. Teresa Partearroyo, profesora de nutrición y bromatología de la Universidad CEU-San Pablo y miembro del Comité de Nutrición de la Fundación Española del Corazón (FEC), tanto las grasas para untar como los aceites tienen un alto aporte energético y por tanto, su consumo debe ser moderado, pero algunos son cardiosaludables. Este es el caso del aceite de oliva virgen extra.
“En España es uno de los aceites más consumidos, pero como todas las grasas hay que consumirlo con moderación. Sin embargo, el aceite de oliva tiene un efecto beneficioso sobre la salud cardiovascular, nos ayuda a reducir el llamado colesterol malo, las lipoproteínas LDL. colesterol – y aumenta el colesterol HDL – también conocido como colesterol “bueno” -, reduce la presión arterial sistólica, mejora la función plaquetaria y disminuye el estrés oxidativo.Por todos estos beneficios para la salud es tan importante consumir aceite de oliva virgen extra como la mayor parte de la grasa en nuestra dieta”.
En cuanto a los productos para untar comestibles, eso es lo principal distinguir entre mantequilla y margarina. La primera procede de la leche, “y al ser de leche, en su composición contiene grasas saturadas y colesterol. Sin embargo, la margarina procede de aceites vegetales, que pueden ser de oliva o de girasol, y por tanto contiene grasas monoinsaturadas o poliinsaturadas”, explica el Dr. .Parteroyo.
Durante mucho tiempo la margarina tuvo mala prensa porque la forma en que se elaboraba esta grasa comestible era a través de la hidrogenación industrial, “y este proceso lo que hacía era convertir los ácidos grasos poliinsaturados en grasas trans. Pero actualmente, todas las margarinas que se comercializan las tienen modificadas. este tipo de procedimientos industriales y ahora lo que se hace es interesterificación o resterificación, que son procesos completamente diferentes a la hidrogenación tradicional que se hacía antes. Actualmente, las margarinas carecen en gran medida de grasas trans.que son ácidos grasos con una influencia muy negativa en la salud cardiovascular”, destaca el miembro del Comité de Nutrición de la Fundación Española del Corazón (FEC).
Por ello, algunas pastas para untar y aceites comestibles forman parte del Programa de Alimentación y Salud de la Fundación Española del Corazón (PASFEC), lo que significa que son grasas saludables. Pero deben cumplir una serie de condiciones. “Solo permitimos el aceite de oliva virgen extra y, dentro de las margarinas, solo aquellos que tengan un contenido graso inferior a 60 gramos por cada 100 gramos y no contengan grasas trans”, explica el Dr. Parterroyo.
También, PASFEC tiene una categoría para todos los productos para untar que contienen esteroles vegetales. “Se ha demostrado que el consumo de estos esteroles reduce el nivel de colesterol plasmático y de lipoproteínas de colesterol LDL. Por tanto, si consumimos estas grasas untables que contienen este tipo de esteroles, podemos mejorar nuestra salud cardiovascular”, afirma Teresa Partearroyo.