Evolución de la Cabalgata de Reyes: desde los años 40 hasta la actualidad
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Cuatro alumnos de último curso de distintas generaciones evocan el primer recuerdo de Noche de Reyes y sacan fotos muy emotivas de su álbum familiar
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Todos coinciden en que a pesar de los años, la madurez, las circunstancias o la ausencia, mantienen intacta la ilusión y se esfuerzan por transmitírsela a sus seres queridos.
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Con el tiempo, los desfiles han ido evolucionando, añadiendo o quitando elementos, pero las costumbres de las casas apenas han cambiado.
De una década a otra, la equitación se ha ido desarrollando. Lo que no ha cambiado es el apretón que sentimos la noche del 5 de enero ante la inminente llegada de los sabios. Cuatro tops de distintas generaciones evocan el primer recuerdo de Reyes. Es extraño, nos dice todo el mundo, que a pesar de los años, la madurez, las circunstancias o la ausencia, mantener la ilusión intacta y se esfuerzan por trasladar la magia con la que vivieron sus primeros paseos a sus seres queridos.
Tere, maestra, pintora de bodegones y paisajista (1942)
Su clara memoria le permite agrupa los recuerdos de tu vida en los zapatos de la Noche de Reyes. Es la cuarta de cinco hermanos que Nacieron en los difíciles años de la posguerra. Pero sus padres, Florencia y Serafín, siempre lograron pasar esa noche. siéntete como los niños más afortunados del mundo. En ese momento, Madrid celebraba sus primeros desfiles. Eran desfiles estrictos, con los reyes a caballo y la procesión a pie. “Fue solo el prólogo que presentó lo que vino después. Lo verdaderamente mágico, lo vivimos en casa.. Dejamos paja en el desván para los camellos y copas de brandy para los reyes. Antes de acostarnos, limpiamos la casa y pusimos nuestros zapatos en la sala de estar para que hubiera una distancia segura de los regalos. Alguien, supongo que el hermano mayor, se encargó de eso, en el silencio de la noche se escuchaba el sonido de sus pasos“.
No todos los niños que nos rodeaban tenían suerte, y siempre dejábamos un zapato extra para los que más lo necesitaban.” Los Reyes en casa de Teresa deben ser los madrugadores. Antes del amanecer los niños ya estaban de pie. A media mañana cargaron los juguetes y visitaron a su tía María, que esperaba impaciente con ellos. una mandarina para cada uno. “Un auténtico lujo en su momento”. Hoy, sus sobrinos y bisabuelos participan en los desfiles que se celebran en distintos puntos de España con el mismo brillo en los ojos y las mismas emociones, aunque reconoce que los niños de antes eran más largos en perder la inocencia.
Luis Rosales Fouz, hijo del poeta, dedicado a recuperar su memoria (1952)
Luis es único hijo del poeta Luis Rosales. Para él es el día de Reyes y las Cabalgatas llena de simbolismo, riqueza literaria y un legado muy emotivo. “Los Reyes Magos llegaban a casa, nunca Papá Noel. Todos los años mi padre presentaba una Navidad que había hecho con uno de sus villancicos y un dibujo de Pepe Escassi, buen amigo y gran dibujanteMientras habla, aprovecha la conversación para buscar en sus archivos e inmediatamente encuentra un manuscrito que comparte con nosotros.
Fragmento manuscrito de villancico de Luis Rosales.Luis Rosales
Dibujo de Pepe Escassi, con quien Luis Rosales acompañó el villancico. Pepe Escassi
La memoria te lleva a equitación madrileña acompañado de sus padres y en concreto al Casino de Madrid donde recibió a los tres reyes magos. “Disfruté mucho lo que No fue hasta tarde en el día que admití que había descubierto la única mentira piadosa de que los niños pueden. Fue maravilloso estar en ese limbo”.
Tico Medina y Luis Rosales, en Granada en 1982. Luis Rosales
Sus hijos ya son mayores y viven en Sevilla, Berlín, Barcelona y sólo uno en Madrid, pero mantiene la tradición de los Reyes Magos, la cabalgata y los regalos. “Lo vivo con el mismo sueño que vi en mi padre”. El poeta fue rey Melchor en 1982 en Granada junto a Tico Medina, que interpretó a Baltasar, y Antonio Gallego y Burín, que se presentó como Gaspar, en una velada que todos recordaron como inolvidable. a partir de este año Personajes y animales del mundo circense se incorporaron al Desfile.
Teresa, economista (1966)
Teresa, en la cabalgata madrileña de finales de los sesenta.TH
Su primer recuerdo es Lluvia de caramelos y show de magia lo que se sumó al nerviosismo de la noche. “Creo que mi cabeza se debatía entre disfrutar el momento de las carrozas y La espera impaciente de los reyes sin dejar de repasar si hubiera tenido la bondad de recibir todo lo que pedía en la carta. Me fascinó escuchar historias sobre estos personajes que venían del Lejano Oriente y caminaron con sus batas de seda por nuestras calles acompañada de sus páginas. Mis hijos han seguido esa tradición, con el mismo misterio e idéntica magia”.
Jorge (1969) y Miriam (1973), ingenieros, y Mari Carmen (1974), directora general
Cabalgata George y MiriamJ.S.
la equitación Los años 70 en Madrid empezaron a conseguir patrocinios de Galerías Preciados y Corte Inglés y se lo llevó tono de magnificencia y color como lo tienen hoy, con los reyes encarnados por personalidades de la vida política y pública. Todo esto les era ajeno a estos tres hermanos madrileños, que hoy ven en sus hijos y sobrinos al niño que fueron. Les resulta emocional mirar hacia atrás. y recuerda con qué entusiasmo vivía su padre, amanteEl desfile, repasando el itinerario, los horarios, el mejor lugar para que sus hijos vean las carrozas.
Jorge y Mari Carmen con su padre cuando las Cabalgatas empezaron a tomar otro color.JS
Era un figura vital para mantener la ilusión como un elemento esencial en la vida. “Siempre dejamos agua y pan para los camellos, y una copa de aguardiente y turrón, para que los reyes se recuperaran y prosiguieran su viaje. Nos quedamos dormidos sin poder quitarnos de la cabeza la espectacular imagen del Desfile”, recuerdan. La magia de la noche fue metáfora para recargar de alegría el resto del año. “Son momentos que te ayudan a verlo a veces un pequeño detalle es suficiente para estar completamente satisfecho“.