Acolchado o mulching en el huerto ecológico – Blog de Biohuerto
El mulching o mulching es una técnica muy utilizada en la agricultura ecológica. Podemos cubrir nuestro jardín con diferentes materiales y para diferentes propósitos.
Ventajas/propósitos del mantillo
- El mantillo limita el crecimiento de malezas.
- Retrasa el secado y reduce la necesidad de riego.
- Si el acolchado es natural, nutre la tierra y mejora su calidad, ya que al descomponerse se convierte en humus, que enriquece la tierra.
- Previene la erosión causada por la escorrentía.
- Protege de las inclemencias del tiempo como el frío, el viento, el calor o la lluvia intensa, que forma una costra compacta en el suelo y acelera el secado.
- Al calentar el suelo, facilita el crecimiento de las plantas.
- Elimina la necesidad de matar las malas hierbas manualmente, un verdadero dolor de cabeza para los jardineros experimentados o inexpertos.
¿Qué cultivos podemos cubrir?
– Hortalizas de jardín, árboles frutales, arbustos, macizos de flores e incluso plantas en macetas y jardineras y casi todas las hortalizas que necesiten mucha agua.
– No es necesario cubrir las plantas que no necesitan mucha humedad (como el ajo o la cebolla), ni las plantas de roca y las llamadas cubresuelos, porque son demasiado pequeñas.
Consejos para acolchar sin dolores de cabeza
– El suelo debe estar perfectamente desherbado, ya que el mantillo no es herbicida y las malas hierbas pueden volver a crecer. Un poco de esfuerzo en el deshierbe, y somos recompensados con una buena porción de tranquilidad.
– Si utilizamos un acolchado natural, la capa debe tener un grosor mínimo de 7 cm, ya que la opacidad se consigue con el grosor. Recuerda reforzar regularmente el suelo con nuevas capas, ya que puede convertirse en humus.
– No cubra con mantillo si soplan vientos fuertes.
– No lo coloque sobre suelos congelados ya que esto retrasará el tiempo de descongelación.
– Regar antes y después de aplicar el mantillo.
Edredón al ritmo de cada temporada
– En primavera sube la temperatura, incluida la de la tierra. En este punto, tendremos que retirar el acolchado colocado en la base de los árboles para evitar la propagación de parásitos durante el despertar de la Madre Naturaleza. Pero si no te apetece quitarlo, recuerda ventilarlo de vez en cuando rasgándolo. Recuerda siempre que la primavera es la mejor época para renovar tu mantillo.
– En verano, en los meses más calurosos, aprovecharemos para esparcir el mantillo sobre la tierra húmeda. En épocas de sequía prolongada, es importante rastrillar para que la lluvia penetre en el suelo.
– En otoño, cubrimos el suelo después de ablandarlo. En primavera agradecerás tu azada, ya que notarás que la tierra tiene una textura óptima y una gran fertilidad. Además, el mantillo de otoño también protege del frío a las plantas herbáceas.
El otoño es el mejor momento para acolchar. Protegerá las plantas perennes de los rigores del invierno respetando el ciclo natural. Un mantillo orgánico, de origen vegetal, se descompondrá a lo largo del invierno para aportar a la tierra todos los nutrientes que necesita.
IMPORTANTE: Para evitar la pudrición de plantas delicadas, utilice materiales ligeros y con buena ventilación (paja o helecho).
¿Cuál es el mejor acolchado?
En el jardín tenemos diferentes opciones de mulching. La pregunta no tiene una única respuesta válida, depende de cada caso y necesitamos saber los pros y los contras de cada opción.
Para practicar el mulching podemos utilizar tanto material vegetal natural como objetos prefabricados ya diseñados para este uso.
– Tapicería orgánica: Está formado por elementos vegetales, con una descomposición más o menos rápida. Si cultivamos regularmente abonos verdes a base de mostaza, veza y cereales, una vez batidos y secados, tenemos una buena cantidad de materia orgánica que se puede aprovechar perfectamente como mantillo. Otra alternativa natural es la paja. No suele ser difícil conseguir un fardo de paja, es el más utilizado para el mulching. Algunas personas usan corteza de pino, pero se necesita un buen espesor para cumplir su función y termina siendo costosa. Dependiendo de las necesidades de las plantas también se puede utilizar pinaza, pero acidifica la tierra, por lo que solo la utilizaremos para plantas que les guste la tierra ácida, como los arándanos.
El proceso de descomposición lleva varias semanas para los recortes de césped, la hojarasca, la paja o los granos de cacao y se puede usar en todas las verduras.
En cambio, puede durar algunos años cuando se trata de virutas de madera, corteza de pino o virutas de madera, material que se puede utilizar para plantas perennes como árboles, arbustos, setos o plantas de parterre.
– El relleno mineral: Especialmente indicado para plantas que necesitan más calor, como jardines de rocas o hierbas, el mantillo mineral destaca, entre otras ventajas, por su resistencia a la descomposición y también porque calienta el suelo.
Los materiales de corteza mineral más utilizados son la puzolana, el esquisto, las bolas de arcilla, la arlita, el esquisto, los cantos rodados, la grava y los restos de cerámica.
– Que tapicería de tela tejida: puede ser sintético, como en el caso de la tela terratex o naturales y biodegradables como parpadeo.
– Que relleno de plástico: Puede ser de plástico normal o biodegradable. En el primer caso tenemos el problema de los residuos, por lo que aconsejamos lo menos posible utilizar materiales biodegradables como plástico ambiental. Si rechazamos la primera opción, podemos elegir Terrafilm y Fresafilm. En todos los casos, con una instalación extremadamente sencilla, evitan el crecimiento de malas hierbas y aumentan la producción.
Fuente: Nortene (www.nortene.es) y Jordi Roura.