Homo agricola: La Tierra. Propiedades
El esquema representado anteriormente muestra la relación entre algunos de los factores que intervienen en el desarrollo del ecosistema de tierras agrícolas. Es solo un intento de mostrar cómo tanto los factores abióticos como los bióticos, y especialmente la relación entre ellos, determinarán en última instancia la fertilidad de un suelo.
El conocimiento del suelo agrícola repercutirá en la productividad del cultivo, y el manejo de este suelo formará con el paso de los años un suelo fértil o, por el contrario, un suelo improductivo.
Las crecientes exigencias de la sociedad en materia de sostenibilidad y salud, y por tanto la disminución de plaguicidas para la desinfección de suelos y la necesaria eficiencia en el uso de fertilizantes artificiales, exigen una nueva y mejor gestión del territorio.
Se puede decir que el humus es la piedra angular sobre la que descansa la fertilidad. Como se puede ver en el diagrama, el humus afecta las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
El humus se obtiene por la descomposición de residuos orgánicos por parte de organismos y microorganismos. Los efectos sobre las propiedades físicas provienen de dar consistencia al suelo, forma y da consistencia a los agregados del suelo, es importante a la hora de formar una buena estructura, con una porosidad ideal, por lo tanto mejor aireación y retención de agua. Evita la compactación en el suelo, en suelo arenoso comprime y en suelo arcilloso se esparce.
En cuanto a su influencia sobre las propiedades químicas, ayuda a mejorar la nutrición de las plantas al aportar elementos nutritivos y mejorar la capacidad de intercambio iónico. Al mismo tiempo, tiene un efecto amortiguador sobre los contaminantes.
En cuanto a su influencia en las propiedades biológicas, sirve de soporte y alimento para los microorganismos, y un incremento de estos mejora la estructura del suelo, una mayor liberación de nutrientes y una mayor salud de las raíces.
Una buena estrategia en el manejo del suelo será aquella que conserve buenas condiciones para sus propiedades, de manera que la estructura sea suficiente, con un buen nivel de materia orgánica y baja salinidad, que permita que las poblaciones microbianas puedan brindar todos sus beneficios para un suelo adecuado. Fertilidad.