Protege las masas de agua presentes en tus tierras de cultivo
Es importante conocer las medidas que pueden ayudarle a proteger los cuerpos de agua que se encuentran en o cerca de sus tierras agrícolas.
Tanto en uso de tratamientos fitosanitarios Como en todos los métodos agrícolas donde se percibe un cierto riesgo de que la contaminación de las masas de agua pueda producirse de forma inesperada por los efectos provocados por la deriva o escurrimiento de los productos utilizados, en AEPLA consideramos importante recordarles la necesidad de maximizar su medidas preventivas.
Para ello, es muy recomendable que realices un análisis previo exhaustivo de las características de tu terreno y de las condiciones externas que pueden afectar a este, prestando especial atención a los factores clave que te mostramos a continuación.
Capacidad de infiltración del suelo y retención de agua.
El tipo de suelo que constituya tu terreno de cultivo conllevará un mayor o menor riesgo de que se produzcan procesos de erosión y escorrentía, ya sea superficial o subterránea, en función de su capacidad de infiltración y retención de agua y de los productos que en él se diluyan.
Cobertura del suelo actual
Este factor es un complemento muy útil al anterior, ya que si los terrenos agrícolas se cubren con vegetación o residuos de cultivos anteriores, se reducirá el riesgo de que el suministro de agua y otras sustancias se muevan sin control.
Es por esto que, en las prácticas de agricultura de conservación, se considera aconsejable mantener una superficie de cubierta vegetal relativamente exuberante en lugar de optar por una labranza excesiva de las tierras de cultivo.
Existencia o no de pendientes pronunciadas
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el hecho de que tu parcela, o parte de ella, tenga zonas con fuerte pendiente conllevará un riesgo sensiblemente mayor de generar un proceso de escorrentía hacia las zonas más bajas y generar así un posible efecto acumulativo que debe tener en cuenta al realizar su solicitud.
Posibilidad de conexión a cursos de agua superficiales.
De acuerdo con los factores anteriores, también será fundamental tener en cuenta la existencia de canales de aguas superficiales que atraviesen la parcela o, más frecuentemente, se sitúen en sus límites.
Si esto sucediera, lo más correcto sería establecer un cinturón de seguridad suficiente entre la zona de la parcela a tratar y los cursos de agua para evitar en la medida de lo posible cualquier contaminación accidental.
Se esperan condiciones climáticas en la zona.
Finalmente, también será imprescindible disponer de información actualizada sobre la previsión de aparición de condiciones meteorológicas adversas en la zona de aplicación, así como de los patrones de precipitaciones que suelen producirse estacionalmente en la parcela, para poder elegir el momento en el que se aplicarán los tratamientos. puede dar una mejor respuesta y al mismo tiempo el riesgo de escorrentía o deriva será menor.