Maíz: fertilización con aguas residuales para reducir impacto ambiental: Argentina


Un estudio realizado por especialistas del INTA Hilario Ascasubi -Buenos Aires- determinó que reciclar las aguas residuales de la lechería aplicada mediante un sistema de riego por goteo subterráneo a un cultivo de maíz puede reducir hasta cinco veces las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). fertilización tradicional.



Actualmente, el riego por goteo se encuentra en plena expansión en Argentina, debido a las oportunidades que ofrece para aumentar la eficiencia en el uso de agua y fertilizantes. Por ello, un equipo de especialistas del INTA evaluó el impacto ambiental que genera el reúso de aguas residuales lácteas aplicadas a través de estiércol, en comparación con la fertilización tradicional.

Luciano Orden, especialista en abonos orgánicos en cultivos bajo manejo agroecológico del INTA, afirmó que “el objetivo principal del estudio fue evaluar el impacto de la aplicación de urea y aguas residuales ganaderas en un cultivo de maíz mediante riego por goteo subterráneo”. Y detalló: “Queríamos determinar si el riego por goteo subterráneo afectaba las emisiones de metano, óxido nitroso y dióxido de carbono”.

El estudio se realizó en una parcela bajo siembra directa, ubicada en el campo experimental INTA Hilario Ascasubi -Buenos Aires-, región del país de clima semiárido, en el Valle de Buenos Aires sobre el Río Colorado. Allí se realizaron los diferentes tratamientos para evaluar la dinámica de gases de efecto invernadero (GEI) en un cultivo de maíz con fertilización por goteo subterráneo. Incluyeron fertilización con urea, fertilización con aguas residuales de la lechería y un testigo sin fertilización.

Según los resultados preliminares, “los rendimientos medios obtenidos en el cultivo no presentaron diferencias significativas entre los fertilizantes utilizados”, apuntó Orden, quien señaló que “la aplicación de aguas residuales mediante riego por goteo subterráneo reduce hasta cinco veces las emisiones de gases, entre otros factores, porque se reducen las tareas de abono mecanizado por tractor”.

Con esta investigación, el grupo de trabajo -liderado por Orden- propone sustituir o complementar la fertilización química, basada en la reutilización de aguas residuales lácteas a través de fertilizantes, con el fin de reducir el impacto ambiental de la acumulación de residuos y la producción de fertilizantes industriales, como así como el valor económico de la dosis de nitrógeno.

Respecto a los resultados obtenidos, Banira Lombardi -especialista de la Universidad Nacional de Tandil- destacó que “el estudio demuestra que en maíz se puede lograr la misma productividad independientemente del fertilizante utilizado, pero con un costo ambiental mucho menor si se utiliza el fertilizante. aguas residuales”.

En este sentido, Paula Juliarena -especialista de la Universidad Nacional de Tandil- señaló que “demostramos que las emisiones de gases de efecto invernadero eran cinco veces menores al aplicar aguas residuales de vaquerías a través de fertilizantes, en comparación con lo que se hubiera vertido si no se reciclaran”. .” Y agregó: “La simple conversión de este desecho en un recurso revalorizado permitirá reducir las emisiones de gases del sistema de producción ganadero”.

El ahorro de fertilizantes minerales reduciría los costes directos de producción y aumentaría los márgenes brutos del cultivo fertilizado con aguas residuales de vaquerías, lo que aceleraría el retorno de la inversión en el sistema de riego.

Por ello, “el uso de estos sistemas no solo redunda en una mayor eficiencia en el uso de los recursos hídricos, sino que también permite fertilizar los cultivos de manera eficiente al reducir las posibles emisiones de gases de efecto invernadero”, dijo Orden.

Con esta información, el equipo de especialistas pudo comparar este ensayo con otros sistemas utilizados en los cultivos y concluyó que “si la fertilización se hace con urea, inicialmente se debe realizar un proceso energético y económicamente costoso para lograrlo, como ocurre con otros sistemas industriales”. fertilizantes. . Estos procesos implican una emisión muy importante de dióxido de carbono. En nuestro estudio encontramos que esta emisión es hasta siete veces mayor que la emisión de gases de efecto invernadero por hectárea generada por los fertilizantes con aguas residuales tratadas”, dijo Orden.

De igual forma, Patricio Varela -especialista en riego presurizado del INTA Hilario Ascasubi- agregó que “otros estudios observaron el mismo efecto de los fertilizantes con enmiendas orgánicas, pues redujeron el consumo de energía al evitar total o parcialmente el uso de fertilizantes químicos”.

La investigación también sumó aportes de colegas de la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca (UNS), la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires de Tandil (UNICEN) y la Universidad Miguel Hernández de España (UMH).



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