La peor sequía en 60 años ya ha dejado sin explotar 1,7 millones de hectáreas

Después Bolsa de Cereales en Buenos Aires preparar un informe detallado en el que presentó sus primeras proyecciones de la cosecha bruta en medio de la sequía y calculó una pérdida de hasta USD 15.000 millones para la agriculturaLa Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) dio a conocer su informe mensual en el que elaboró preocupación que existe por la situación actual del campo argentino.

De acuerdo con la Guía Estratégica Agropecuaria (GEA) del BCR, la campaña 2022/23 se realizará durante las condiciones más secas en al menos los últimos 60 añosy ha causado 1,7 millones de hectáreas de soja y maíz quedan fuera de juegocon la consiguiente pérdida para los productores y para el país que representa.

“Eso continuidad que las condiciones de escasez de agua mantuvieron desde 2020 a la fechay su impacto en las reservas de agua de la región pampeana nos permite definir, sin exagerar, la campaña 2022/23 como la más seca en más de 60 años”, subraya el informe, basado en información de consultores climáticos. Alfredo Elorriaga y José Aiello.

MILITAR

El documento se centra básicamente en la situación de militar, cuya plantación ya se ha completado. El primer dato es precisamente algo que no tiene precedentes en la historia, al menos recientemente: 1,1 millones de hectáreas no pudieron implantarse por falta de agua.

De un pronóstico original de 17,1 millones de hectáreas, terminaron siendo solo 16 millonescon la siguiente reducción por regiones:

  • Santa Fe: 360.000 hectáreas
  • Buenos Aires: 300.000
  • Entre ríos: 220,000
  • córdoba: 205.000

A este panorama hay que sumar las hectáreas que se podrían implantar pero no llegarían a cosecha (unas 500.000, según GEA)más pérdida en el potencial de rendimiento de los que quedan de pie.

“Con la siembra en seco, forzando la implantación en busca de humedad en la profundidad del suelo y esperando las lluvias para continuar la obra como está, gran parte de la superficie ha sido sembrada entre 15 y 45 días después de las fechas óptimas para el cultivo”, subraya el estudio.

Así el rendimiento medio de la campaña sería casi 24 quintales pordonde ninguna provincia puede exceder por lo menos de 27 quintales.

el resultado es que “El 25% de la soja argentina ya se perdió”, enfatiza BCR. Su primera presentación es 37 millones de toneladaslejos de los 49 millones que se podrían haber esperado con un escenario climático más normal, y una de las tres peores añadas de los últimos 15 años.

Un valor comparable, además, con la 2017/18, que fue el comienzo de la crisis financiera que influyó en el gobierno de Mauricio Macri.

La cuestión es que esta cifra puede incluso seguir empeorando en la medida en que las lluvias continúen desacompañadas, algo que no es descabellado creer como las previsiones a corto plazo no indican una recuperación del régimen hídrico.

“Pérdida de acres, particularmente en soja de segunda categoría, pueden dispararse y comenzar a volverse masivos si no hay una ayuda inminente de aguaceros importantes y generalizados”, resume el informe.

MAÍZ

Por el lado de los cereales, las condiciones no son mucho mejores: aún en algunas partes del país, especialmente en el norte, la ventana de siembra aún está abierta y podría beneficiarse de algunas lluvias.

Pero en la marcha, “la siembra se retrasa y la grave falta de agua que sufren las provincias en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires recortan 600.000 hectáreas de área de siembra de maíz”, informa GEA.

En este caso, el cálculo original fue de 7,9 millones DKK. hectáreas, y se ha ajustado a 7,3 millones. De llegar las lluvias se podría llegar a las 50 millones de toneladas, pero dados los graves problemas de siembra, más el retraso en el crecimiento de los lotes tardíos y las pérdidas de los tempranos, “nos lleva a vislumbrar un escenario más cercano a los 45 millones de toneladas. “

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