La deslumbrante belleza microscópica de los mohos mucilaginosos


El comportamiento de una de las criaturas más humildes de la naturaleza vista en fotografía macro deslumbra con sus formas y tonos. Mira las fotos y descubrí otro mundo.

El organismo unicelular conocido como moho mucilaginoso (Physarum polycephalum) construye redes filamentosas complejas en busca de alimento y encuentra vías casi óptimas para conectar diferentes sitios. Muchos científicos lo han estudiado detenidamente y están orientados a comprender también el universo mismo.

Las imágenes son asombrosas, más allá de las colinas y las hermosas puestas de sol son maravillosas, sí: pero lo que realmente me fascina son las pequeñas cosas extrañas que solo existen debajo de las hojas podridas y lo que parece estar oculto a simple vista. Los pequeños detalles que pasan desapercibidos, algo tan increíblemente pequeño que no puedes entender todo el alcance de lo que estás viendo sin poder acercar el zoom. Los mohos mucilaginosos Hemitrichia calyculata abren sus tapas y liberan sus diminutas y arrugadas esporas. Es como la vida extraterrestre.

La belleza microscópica de los mohos mucilaginosos

Los mohos mucilaginosos son una gran clasificación de protistas amibianos viscosos que se alimentan de madera, flores, frutas o cualquier tipo de material vegetal muerto, bacterias, levaduras y esporas de hongos. Se caracterizan por medir entre uno o dos centímetros, pero en ocasiones algunos miden varios metros y suelen tener colores llamativos.

Cada ameba unicelular es increíblemente eficiente para encontrar alimento y puede formar grandes masas para engullir la vegetación. Esto se debe a que producen esporas que son recogidas por el viento o los animales para que puedan comenzar una nueva vida.

Un estudio de investigadores del Instituto Wyss de la Universidad de Harvard y del Allen Discovery Center de la Universidad de Tufts, han revelado cómo estos organismos, sin cerebro ni sistema nervioso, usan sus cuerpos para detectar señales mecánicas en su entorno para realizar cálculos y determinar en qué dirección tendrán crecer. Estos resultados se lograron sin proporcionar al organismo ninguna señal química alimentaria que pudiera influir en su comportamiento.

Con información de: https://ecoosfera.com/ https://my.olympus-consumer.com/

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